La comunicación con nuestros hijos es un asunto que debemos cuidar. Por ello es buena idea disponer de recursos y herramientas que faciliten la relación con ellos. Una de estas herramientas es la escucha activa: se trata de escuchar a los niños intentando comprender lo que nos dicen, lo que sienten.
Cuando un niño revela un problema o cuando manifiesta sus sentimientos es importante ser capaces de adoptar una actitud abierta y empática que facilite la comunicación y permita entender que está sintiendo. Es importante porque un niño que encuentra la ayuda adecuada para resolver los problemas y conflictos que le afectan encuentra equilibrio mental y confianza en sí mismo. Se evitan así frustraciones y conflictos que dañan el desarrollo normal.
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